Mike Mignola envía al hombre-pez a Saint-Sébastien, pueblo pesquero
francés, lugar maldito por haber sido campamento de leprosos quemados vivos y
lugar de paso de contrabandistas de esclavos negros hace siglos. El hombre pez
va en busca de un cuchillo tibetano clavado en el pecho de un ocultista.
Cuchillo y ocultista están sumergidos en el fondo del mar. ¿O no? La llegada
del protagonista desencadena una serie de acontecimientos terribles. Pequeños
diablos comedores de almas pretenden despertar a su maestro, uno de los
primeros brujos de la historia de la prehumanidad. Una anciana experta en
conjuros, hija de una deidad acuática, oculta el cadáver acuchillado en una
iglesia cristiana reconvertida al oscuro y milenario culto del mar. Mignola
está en su salsa. Construye el relato terrorífico (y lovecraftiano) con pulso firme y ritmo obsesivo, apilando cadáveres
y situaciones horripilantes. Jason Shawn
Alexander dibuja como quiere Mignola: ¡acojonándome
vivo!



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