El
protagonista pasa unos días en compañía de H.P.
Lovecraft, hablando de literatura, sueños y ancestros. De repente, descubre
que todo lo que le ha pasado desde que salió de Nueva York (desde que comenzó
esta serie) tiene sentido. El Horror Sin Nombre Tiene Sentido. Y él tiene un
papel relevante en todo el asunto. Hay un Plan Oculto Qué Él Ha Puesto En
Marcha Sin Darse Cuenta. Ya no hay vuelta atrás. Inesperado, anticlimático,
prodigioso golpe de efecto. Al final, aparece un tipo con la boca cubierta con
un velo (el Johnny Carcosa de The
Backyard). Alan Moore está a dos
números de concluir su obra más desestabilizadora desde hace décadas. Jacen Burrows es su talentoso e
imprescindible cómplice artístico: ejecuta como nadie.


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