16/6/20

Fantastic Four #311-316 (1998)


Steve Englehart envuelve su culebrón romántico de fotonovela barata en una trama delirante repleta de villanos horteras y batallitas interpoladas. A Sharon Ventura, la luchadora de wrestling y superheroína enmascarada conocida como Ms. Marvel, le da un ataque de nervios después de transformarse en She-Thing. “¡Me quiero morir!” grita cada 2 viñetas. El disgusto se le pasa cuando se da cuenta de que, sin ese cuerpazo de mujer que tenía, los hombres dejarán de mirarla con ojos de violador. Ben Grimm, la Cosa, aprovecha para tirarle la caña a muerte, aunque en el fondo piense que la chica está bastante mal de la cabeza. Paralelamente, Johnny Storm cada vez se pone más nervioso trabajando al lado de su ex, la guapísima Crystal. No puede apartar la mirada del trasero de la inhumana (literalmente). Los protagonistas se pasan medio comic-book dándole vueltas a sus problemas personales, entre mamporreo y mamporreo. En un momento dado, después de discutir sobre hombres, mujeres y viceversa, La Cosa zanja: “Dejemos ya de hablar de asuntos que nada tienen que ver con los Fantastic Four”. Parece que se lo está diciendo a los lectores. En lo que respecta a la acción cósmica pura y dura, los nuevos 4F se enredan con Pantera Negra y Doctor Muerte (#311-312), tratan de entrevistarse con el Hombre Topo y se pierden por las cuevas subterráneas de la Isla de los Monstruos, se pelean con Hombres Lava y Hombres Gato (#313), discuten con el brujo Velasco (#314) y se teletransportan a la constelación Arcturus IV (#315). Dándose de hostias con el endemoniado Master Pandemonium, se enteran de lo que le pasó allí al vampiro Morbius. Acaban en la Antártida (#316), con Ka-Zar, su esposa Shanna, el Hombre Cometa, su compañero alienígena Max, la escultora ciega Alicia y un puñado de soldados de A.I.M. (con sus cascos-colmena amarillos). A Ben le toca tratar de explicar los puntos esenciales de una trama de ingeniería genética a escala galáctica que abarca millones de años. Englehart aprovecha mucho de lo que escribió en Avengers West Coast. Lo mezcla y lo agita a lo loco y huye hacia adelante. Yo no sé si esta etapa de Fantastic Four me gusta o me disgusta. Sospecho que es de lo peorcito que se ha escrito en décadas. Pero no puedo desengancharme. Ni dejar de añadir frases vacías a este comentario. El dibujo de Keith Pollard es anticuado y marveliano, casi de diseño retro (consciente de serlo). Sal Buscema dibuja el #313. Joe Sinnott les entinta a los 2 estupendamente.






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