En
el #2, Ben Grimm rompe paredes, puertas y piezas de museo buscando a Victor Von
Doom. Éste, mientras tanto, asusta al Pensador Loco y a la exnovia hindú de
Tony Stark. En el #3, Muerte se confiesa y recuerda haber sido un Dios (durante
el evento Secret Wars 2015). No
funcionó. Ahora quiere probar ser uno de los buenos. Un poco pobre, sí, como
motivación, por mucho que Brian Michael
Bendis le añada épica televisiva autorregulada al asunto. Menos mal que Alex Maleev está inspirado. Bonito
trabajo el suyo, setentero y fotocopista, pero personalísimo (preciosas páginas
dobles a lápiz). La madre bruja de Doom acecha. Y el cómic penetra en
territorio terrorífico. Promete.
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