He
detectado menos tópicos argumentales de teleserie. O quizás me he levantado
menos picajoso con este tema. Los protagonistas adolescentes cobran cuerpo: el
chico nuevo en la ciudad, el gigante tonto con máscara de luchador mexicano, la
chica asiática, la chica afroamericana. Los racistas sangran. Los monstruos de
la Otra Dimensión persiguen al pequeño Chupacabras que decidió darse una vuelta
por el pueblo fronterizo donde transcurre la acción. El guión de Eric M. Esquivel se define cada vez
más. El dibujo de Ramón Villalobos
es sólido como una buena canción punk.
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