Huele a rancio. Es como una bande dessinée pasada de fecha. Una Space Opereta escrita por un Mark Millar graciosete con el piloto
automático subgenérico puesto. Un cazador de recompensas galáctico detiene a un
delincuente en un bar, se acuesta con una mujer con ruedas, acepta hacerse
cargo de un niño huérfano y se prepara para perseguir a una terrorista muy
cotizada en el mercado. El dibujo de Simone
Bianchi me da nauseas pequeñitas
de lo ochentero que es.

No hay comentarios:
Publicar un comentario