Prólogo explicativo del megaevento crossover Marvel de las
próximas semanas. Un familia Skrull infiltrada entre humanos se enfrenta a una
organización secreta supervisada por los Kree. Flashbacks sobre los orígenes de
la guerra Kree-Skrull y del personaje Hulkling. Al final, se anuncia el ataque
a la Tierra de un ejército de aliados Kree-Skrull. Dibujo realista glacial de Mattia De Iuli (presente) y dibujo ultraPop kirbiesco de Javier Rodríguez (pasado, ver
ilustraciones). Guión escrito consultando bases de datos a cargo de Robbie Thompson.
31/3/20
Sweet Tooth #12-17 (2010-2011)
Arco:
Animal Armies. El capítulo #12 es
magnífico. Se escucha (se lee) el diario grabado de un científico preocupado
mientras se ven imágenes de lo que sucede en las instalaciones de la base
militar donde permanecen encerrados los niños animales. Capítulo mudo con voz
en off terrible. A partir del #13,
todo gira en torno a escapar del lugar o rescatar al pequeño protagonista. El
científico trata de encontrar indicios del origen de la plaga que asola al
mundo visitando la cabaña del pirado
de la Biblia. Monólogos interiores. Dibujo áspero. Planificación geométrica.
Narrativas paralelas. Jeff Lemire en
su salsa. Entran ganas de seguir y seguir leyendo sin parar.
Sweet Tooth #5-11 (2010)
Del
#6 al #11, arco In Captivity. Guionista
y dibujante, Jeff Lemire introduce flashbacks para espesar la trama. Los
personajes crecen. Las situaciones desesperadas y sórdidas se agudizan. No hay
esperanza. O quizás, sí. Bambi. Plaga. Bruto con corazón. Soldados y
científicos sin escrúpulos. Niño con astas de ciervo y sin ombligo. Todos somos
freaks. Y sufrimos por ello.
Venganza. Mejor si se lee a toda prisa. Como si no hubiera un mañana.
Literalmente.
Sweet Tooth #1-4 (2009)
Jeff Lemire cuenta y cuenta y dibuja y dibuja. Dibuja feo, dibuja mal,
pero dibuja interesante, con vísceras y convencido. Sus guiones tienen
atmósfera, sentido, sensibilidad. Tocan temas de ciencia ficción con ramalazo
humanista. Sweet Tooth es una larga
saga postapocalíptica rural que describe las desventuras de un niño-ciervo. Es
sórdida, deprimente, cruel. Y sugerente, emocional, extrañamente adictiva. Para
esos momentos de ceño fruncido y largas tardes de no siesta.
L’Arleri (2008)
Edmond Baudoin, nacido en Niza en 1942, es el autor de L’Arleri. El cómic se publicó en 2008, cuando su autor tenía entre
65 y 66 años. No es una obra viejuna,
sino experimentada. Un veterano pintor
y una joven modelo dialogan sobre el amor, las relaciones entre mujeres y hombres,
el arte y sus circunstancias. Toneladas de clichés
filosóficos acerca del misterio
femenino y el descerebre masculino. Pinceladas
autobiográficas por todas partes. Preciosos dibujos, pero muy poca narrativa
secuencial. Publicado por Gallimard (Astiberri, en España).
30/3/20
Crossed + One Hundred #1-6 (2014-2015)
Acongojante.
O acongojonante, mejor dicho. Alan Moore desarrolla el concepto
creado por Garth Ennis en Crossed y se entretiene construyendo una
hipótesis postpost apocalíptica abracadabrante, ambientada un siglo
después de desatarse la plaga de los Cruzados que ha transformado a los
humanos en salvajes sedientos de sexo retorcido y violencia extrema. Guiños a
clásicos de la SF. Ritmo pausado.
Reflexiones sobre el futuro de las religiones. Detalles de narrador exquisito y
con un plan. Moore incluso se inventa
un nuevo dialecto del inglés. Dibujo ilustrativo, concentrado, contundente y feote de Gabriel Andrade.
Werewolf by Night #9-10 (1973)
Releo
2 comicbooks que me fascinaron siendo
niño. El Hombre Lobo es secuestrado por una especie de Fantasma de la Ópera de
las alcantarillas, que controla a su ejército de vagabundos deformes con un
silbato ultrasónico. El dibujo de Tom
Sutton es pegajoso, histriónico, decadente y compacto al mismo tiempo. El
guión de Gerry Conway no se anda con
rodeos, pero acaba con una nota original: el villano enmascarado, Sarnak, que
imaginábamos desfigurado, no lo está.
Werewolf by Night #1-18 (1972-1974)
La
línea terrorífica setentera de Marvel
me atrae como un imán. Portadas, personajes, títulos, dibujantes, formatos. Por
desgracia, leídos hoy, todos o casi todos los comicbooks de ese género o subgénero y de esa época o región del
recuerdo resultan bochornosamente mediocres. Werewolf by Night no es una excepción. Pueril, esquemático,
repetitivo. Si acaso, tiene la gracia de lo zetoso.
Leídos 3 números de Marvel Spotlight
y 18 de la serie oficial, con guiones de Gerry
Conway, Len Wein y Marv Wolfman,
entre otros, sólo he disfrutado admirando el trabajo dibujero de Mike Ploog (trazo
underground de pura cepa, ver ilustraciones)
y Tom Sutton (uno de mis ídolos de
infancia, genuino master of horrors).
De hecho, he escrito esta reseña únicamente para poder ilustrarla con imágenes
como éstas:
29/3/20
Giant-Size X-Men: Nightcrawler #1 (2020)
Jonathan
Hickman
y Alan Davis envían a unos cuantos
X-Men a la antigua Escuela del Profesor X, hoy infestada por una plaga de
alienígenas metamórficos chiquitines.
El dibujo de Davis luce viejuno.
28/3/20
Superman #1-6 (2018)
Después de The Man of Steel, que le ha servido para plantear bases
argumentales y estilísticas, Brian
Michael Bendis relanza oficialmente
la cabecera principal del Hombre de Acero. Enseguida aprieta el acelerador. La
Tierra entera aparece por sorpresa en la Zona Fantasma. Superman lucha contra
Rogol Zaar y contra centenares de monstruos y criminales. Los integrantes de la
Liga de la Justicia las pasan canutas tratando de evitar que nuestro planeta se
descontrole del todo. Percibo un saborcillo
a Los 4 Fantásticos que me sorprende y agrada. Al final, aparece el hijo de
Superman, el que estaba de paseo por el
cosmos con su abuelo, convertido en un joven adulto. Me suena todo esto. FF á la DC. Bien. Vale. Dibujo espectaculero
de Ivan Reis.
The Man of Steel #1-6 (2018)
Brian
Michael Bendis aterriza en DC
con el encargo de ocuparse de Superman y
su mundo. En esta miniserie de 6 capítulos, planta las bases de su
propuesta. Rogol Zaar, guerrero extraterrestre megabestial, está empeñado en aniquilar a todos los kryptonitas. Al parecer, fue él quien
destruyó su planeta natal. Ahora, ha seguido el rastro de Superman hasta la
Tierra. Saquea su guarida secreta y destruye la ciudad de Kandor con todos sus
habitantes (una ciudad en miniatura metida en un frasco: lo único que quedaba
de Krypton). Acciones paralelas: incendios misteriosos en Metrópolis, crisis en
la redacción del diario Daily Planet, flashback
familiar con visita del padre de Superman que se lleva a su nieto y a su
nuera de paseo por el cosmos… Superman, solo, desorientado, sin poder
comunicarse con sus seres queridos. Menos mal que su prima, Supergirl, envía al
feísimo Rogol Zaar a la Zona
Negativa. No, perdón, a la Zona Fantasma. ¡En qué estaría yo pensando! Dibujos
más o menos virgueros y comercialotes de Jim Lee (ver ilustración),
José Luis García-López, Ivan Reis, Jason Fabok, Evan “Doc” Shaner, Steve Rude,
Ryan Sook, Kevin Maguire y Adam
Hughes.
The Skeptics #1-4 (2016-2017)
Guerra Fría, años 60. 2 teenagers reclutados por los Servicios
Secretos estadounidenses. Se supone que tienen superpoderes. Las ha adiestrado
una astuta dominatrix. En realidad,
hacen trampas. Los rusos también disponen de su propia pareja de adolescentes paranormales: unos gemelos rubios, chico
y chica. Se organiza una rueda de prensa con los 4 fenómenos. Escapan. Tono saltarín e irónico. Guión torpe y
repetitivo de Tini Howard. Dibujo amateurista pero refrescante de Devaki Neogi. Una nadería que se lee con benevolencia postpunk. Editado por Black Mask.
All-New Guardians of the Galaxy #12 (2017)
Episodio
bisagra dibujado por el espectacular ilustrador pictórico (y pésimo contador
secuencial) Rod Reis. El guionista Gerry Duggan, fiel a su divisa todo vale, recluta a unos cuantos
personajes perdidos del reformado Universo Marvel: el Hombre Hormiga, Deadpool,
Man-Thing. Todos al espacio, a buscar Piedras Infinitas. ¡Qué cansino! ¡Qué
pereza! El dibujo realista publicitario y el humor autorreferencial canalla no
maridan bien.
All-New Guardians of the Galaxy #11 (2017)
Otro
episodio alejado de la acción principal. El hermano de Nova es lobotomizado por
la Fraternidad de los Raptors, una secta paramilitar Shi’ar. Gerry Duggan se dispersa y la serie se
dispersa también. Again. Roland Boschi no me gusta, a pesar del
tufillo a fumetto que emana de sus
dibujos.
All-New Guardians of the Galaxy #10 (2017)
Un
poco de orden. Gerry Duggan convoca
a todos los personajes implicados en la trama central: los Guardianes y los 2
hermanos coleccionistas (que son Elders of the Universe). Resulta que otro
Elder, el Jardinero, azuzado por Loki (¡otra vez!), se ha cabreado con los que
destrozan las plantas y los árboles. Así, en general. Es él el que atacó a
Groot y ahora está criando Groots malvados. Aaron Kuder le dibuja como si fuera el Dios de los cristianos.
Magnífico dibujo, por cierto.
All-New Guardians of the Galaxy #8-9 (2017)
2
episodios moviditos (ese es el ADN de la serie). 2 episodios totalmente
distintos (aunque no del todo desconectados). En el #8, Star-Lord persigue y
aporrea a un mercenario para conseguir un antídoto contra el veneno que mata a
Rocket Raccoon. En el #9, nos enteramos de cómo The Gardener (un viejo que va
disfrazado como la Muerte de las leyendas tradicionales occidentales) hizo
astillas a Groot en un planeta-anillo muy, muy lejano. ¿Es un flashback? ¿Un episodio de una teleserie
cósmica? Gerry Duggan trata de
recolocar al lector en la subtrama de los cultivos clandestinos de groots y del
SuperGroot Destructor que él mismo ha ido construyendo y desarrollando
tímidamente en los anteriores episodios. Confuso. Frustrante. Lo de los
Ancianos Coleccionistas y la Piedra de Almas de Gamora se queda colgando. El #8
está dibujado por el eficiente pero previsible Marcus To. El #9 es obra del experto en raíces y cortezas Mike Hawthorne (tiene un puntito de bande dessinée bastante atractivo: ver
ilustración).
All-New Guardians of the Galaxy #3-7 (2017)
Las
2 primeras entregas me gustaron mucho. Los Guardianes de la Galaxia eran
contratados y recontratados por 2 coleccionistas de objetos increíblemente
raros (y megasuperpoderosos, en la mayoría de los casos). Constrastes cósmicos
de tamaño (lo mini versus lo macro),
infiltración por el método Caballo de Troya (dentro de una mierda de alienperrazo). El guión de Gerry Duggan chisporroteaba de ideas.
El dibujo de Aaron Kuder recordaba
al mejor Moebius. La cosa sigue
igual de estupenda. El #3 es un relato interpolado. Un flashback explicativo. Duggan indaga en las motivaciones de Gamora
para apuntarse a los robos. Ella también busca algo. Una gema. Una joya. Una
piedra de almas. Allí dejó una parte de sí cuando estuvo muerta. Ya sé que
suena raro lo que escribo, pero así se las gasta Marvel cuando deja que sus
guionistas beban demasiado. Este capítulo, psicodélico y psicopático, enredado
e incomprensible, está adecuadamente ilustrado por Frazer Irving, el Richard
Corben del siglo XXI. En el #4, regresa Kuder (ver ilustraciones) y regresa
el sense of wonder más chanante de la
temporada. Rocket Raccoon trata de matar (varias veces) a uno de los
coleccionistas (que son inmortales). Gamora está maravillosamente dibujada en
ambientes oscuros. El #5 vuelve a ser una historieta interpolada, esta vez
dibujada por el simpático Príncipe del Pop
Chris Samnee. Star-Lord es
perseguido y la lía parda. Todo por
culpa de unas cintas de cassette con
canciones chulísimas. El #6 retoma el
hilo argumental de la cabecera, con Kuder como artista residente. En la nave
robada por los Guardianes, que se llama Milano, hay un cadáver de un
extraterrestre Kree con brazaletes de poder chocante. El #7 es otra bola extra
protagonizada por Drax el Destructor, que nos explica por qué le llaman
destructor y por qué ahora es de la liga antiviolencia. El artista invitado Greg Smallwood dibuja meticulosa y
suavemente. Exquisito. La serie vuela alto. Y sin (aparente) esfuerzo.
All-New Guardians of the Galaxy #2 (2017)
Infiltraciones
imposibles en entornos flipantes y trucos ópticos que cosquillean la mente: esa
parece ser la tónica de la serie. El coleccionista al que han ido a robar por
encargo de otro coleccionista es del tamaño del primo de Zumosol de Galactus.
El dibujo (de Aaron Kuder) es de los
que aprientan los huevos y la historia (de Gerry
Duggan) es lo suficientemente trepidante como mantenerme despierto a mis 50
y tantos años bien o mal cumplidos. Se le puede pedir más, pero sería injusto
en estos tiempos que corren, caracterizados por la tontería institucionalizada
y el friquismo global.
All-New Guardians of the Galaxy #1 (2017)
Empieza
bien. Los protagonistas (con Groot pequeñín)
provocan el pánico utilizando una nave en forma de Galactus. Objetivo: robar
una pieza muy codiciada. Después, son tragados por un colosal pez espacial (que
también es una nave). El coleccionista que les ha hecho el encargo del robo les
pide que roben otra pieza valiosa a otro coleccionista. Misión suicida. El
guión de Gerry Duggan tira del lector. El dibujo de Aaron Kuder recuerda por momentos a Moebius. No está nada mal.
All-New Ghost Rider #1-7 (2014)
Original
revival del mítico personaje. Ya no
es un motorista poseido con cabeza de calavera llameante. Ahora es un
automovilista poseido con cabeza de calavera llameante. Una especie de versión
satánica y barriobajera de Speed Racer
(Meteoro). 7 números leidos. Guiones de Felipe Smith. Dibujos de Tradd
Moore. Alucinante Moore, con su estilo manga canallesco. Espectaculares
escenas de acción. Villanos pasadísimos de droga. Magnífico diseño gráfico. Un
cómic sin rumbo argumental, pero muy placentero.
27/3/20
La conjura de los necios
Después de leer Undiscovered Country, reviso todo lo que he escrito en este blog (sobre todo, en su anterior versión
digital) acerca de uno de sus 2 coguionistas: Scott Snyder. Me sorprendo a mí mismo comprobando que casi siempre
lo he tratado muy bien. Me han gustado mucho sus cómics. Nunca he incluido su
nombre entre los de Warren Ellis, Alan
Moore, Garth Ennis, Mark Millar, Grant Morrison o Brian Michael Bendis. Ni siquiera entre los de Rick Remender, Al Ewing, Nick Spencer, Peter Milligan o Donny Cates. Pero está claro que tendría que hacerlo. Es, sin duda,
un guionista fabuloso. Por eso decidí hace 2 días sumergirme de lleno en su
etapa al frente de Batman. Y estoy
disfrutando un montón. Curiosamente, he consultado en la web las opiniones de los fans
acerca del Batman de Snyder. Lo
que he leído me ha sumido en una tristeza intelectual de las gordas. Los fans de los cómics de superhéroes son
como los fans de los videojuegos:
tienen un mal gusto espeluznante. El arco Death
of the Family, por ejemplo, les parece una basura. A mí me encanta. En
realidad (reflexiono), el auge de lo freak
en las últimas 2 décadas y media ha tenido como consecuencia la consolidación
del mal gusto y la falta de criterio. En videojuegos, cómics de superhéroes,
teleseries, cine, música… Los artistas, los creadores, siguen haciendo cosas
sorprendentemente buenas. Los que cada vez son más encefalogramaplanistas son los fans.
Ilustración de Greg Capullo.
Batman #13-17 (2013)
Arco:
Death of the Family. Vuelve Joker. Con el rostro despellejado. Lo primero que hace es recuperar
su cara de un almacén policial (rompiéndoles
el cuello a una veintena de agentes). Se la recoloca
con cuerdas y ganchos. El efecto es aterrador. Es un Joker desquiciado, letal, parlanchín, que se divierte recreando
algunas de sus peores fechorías. A Batman le prepara una fiesta trampa con
invitados sorpresa en una prisión medieval. Scott
Snyder saca toda la artillería mórbida que lleva dentro. Greg Capullo (ver ilustraciones) dibuja
como un endemoniado jeviata. Los extras en cada número, a cargo de Snyder
y James Tynion IV (guión) y Jock (dibujo), añaden estricnina a la receta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)